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sábado, 15 de septiembre de 2018

México, Día de la Independencia

Palacio Nacional Mexicano (Antiguo Palacio Virreinal de la Nueva España), 2010

Me atrevería a comenzar este post con una pregunta: Para ti, ¿Qué es la patria?. Sin embargo, sé que al hacerla a cada uno de los que conozco yo recibiría muchas respuestas, desde positivas hasta negativas, desde inconformidad hasta fanatismo; y como bien decimos en mi tierra, "cada quien habla según como le va en la feria", y quiero resaltar que no es mi intención ensalzar los conflictos que cada país tiene o sus problemas políticos y sociales actuales, ya que entonces entraríamos en un debate sin fin y terminaríamos culpando hasta a la última era glaciar que haya acontecido en la Tierra.

En lo personal, este escrito que estoy publicando justo un par de horas antes de celebrar los festejos patrios de mi país natal, junto con mis colegas y amigos del trabajo que también compartimos la misma tierra de nacimiento y crianza (un delicioso Pozole), va dirigido a todos los que al menos por una sola vez hemos sentido un pequeño sentimiento de orgullo o de amor a algún elemento o miembro que en este momento está o estuvo en el país llamado México. Y es que bien, sabemos que en estos últimos años la cosa no ha pintado muy bien, es de aceptar que en ningún pedazo del planeta existe la utopía de paraíso terrenal, pues desde la propia naturaleza del planeta surge caos a pequeños o grandes tamaños, al final, para la madre tierra, las fronteras y nacionalismos son un cero a la izquierda.

Es por eso, amigos míos, que como buen (o malo, lo dejo a su criterio) mexicano, he de decirles que a pesar de lo que ha sucedido y que a futuro seguirá aconteciendo (hasta que la maldita raza humana desaparezca o los aliens nos usen de sus mascotas), he de decirles que mantengan esa fuerza guerrera que día a día los mantiene vivos y trabajando, porque somos trabajadores y luchones, de pasados aguerridos y de una historia de patriotas falsos y verdaderos que de alguna forma contribuyeron a que tú pudieras nacer y existir en este tiempo y espacio. 

Provenimos de una historia fusionada de muchas culturas más (Española, árabe, precolombina, etc), somos uno de los países más ricos cultural y económicamente hablando, que le acompañan construcciones de las viejas culturas precolombinas hasta los grandes palacios que construyeron los conquistadores y sus descendientes, tenemos la considerada la bandera más bella del mundo y uno de los Himnos Nacionales también más bellos, detrás de la Marsellesa. Poseemos geográficamente casi todos los climas, mucha fauna nativa y sin olvidar, territorialmente ocupamos el lugar 14 y dos océanos que a pesar de sus regalitos en forma de huracán que nos manda, tienen sus maravillas por descubrirse aún y que además tiene aguas cálidas para poderse ir a echar un "chapuzón". 

Probablemente estés lejos de tu tierra por muchas razones, sin embargo, algo que ni tu mismo podrás impedir o cambiar es que naciste en alguna parte del planeta, y detrás de ti siempre estarán los pasos de muchas generaciones que aportaron lo que ahora disfrutas o rechazas, y que delante de ti y de tus restos humanos vendrán otras más, así que tu decides que tipo de logros y beneficios quieres dejarle a tu patria, a tu gente, a tu planeta... Estás en todo tu derecho de rechazar tus orígenes, sin embargo, créeme, necesitarás mínimo una vez de ellos. 

Y así termino con un ¡VIVA MÉXICO!

viernes, 7 de julio de 2017

Tras la ventana... (Dos años en Chile sin taquitos)




"El mundo es redondo, y en cualquier lugar que te encuentres, podría ser el comienzo de un gran viaje"

Así, con estas palabras describo una de las sensaciones que si bien, formaba parte de uno de mis sueños que era el vivir fuera de mi país, no creí que fuera a experimentar tan de golpe.

Cumplo dos años de haber entonces abordado un avión, cuyo boleto comprado a través de mi contratista, me guardaría muchas experiencias, sensaciones, sentimientos nuevos, y un sin fin de pensamientos que no creí que fuese a tener en cierta forma. 

Tal vez varios de ustedes ya lo han vivido, o han perdido ya esa sensación de hacerlo frecuentemente, no sé. Pero el día que me ofrecieron venir a proveer de mis conocimientos y servicios a un país, cuyo único común tenemos el idioma (y conquistador cultural), lo tomé de forma incrédula, es más, se burlaron de mi algunos amigos cuando les conté que me iba a venir a Chile, pues muchos conocen que antes de todo, yo prejuiciaba mucho el país y su gente en sí. Grave error, tonto de mi... 

Miras atrás y ves que dejas amigos, familia, mascotas, recuerdos, experiencias, cosas buenas y algunas malas, bienes materiales (mi auto Babieca y mi campeona bicicleta de montaña Valkyria y mis espadas), un país un poco lastimado socialmente pero hermoso, lugares favoritos y secretos, mesas de tazas de café donde has compartido pláticas, plazas y parques donde probablemente caminaste con alguien, el barrio popular que te vio nacer y crecer, tus escuelas, mi comida que tanto amo y por supuesto, en donde profesionalmente me formé y me dio las herramientas para ser llamado aquí... 

Pierdes algunas cosas y hasta personas, gente que decía ser mis amigos dejaron de hablarme, y otros reaparecieron con deseos de pulir asperezas... Humanos...

Pero miras por delante y desconoces lo que te espera... (además de mucho trabajo en oficina, eso sí), una nueva vida comenzaría, llegué con solamente dos maletas, una reserva de hotel del contratista y mucho apetito y cansancio del largo viaje de 8 horas pero eso sí, felicidad y listo para sorprenderme... Debo confesar que jamás había volado tanto tiempo ni había salido del país, pues mi pensamiento era conocer México antes que cualquier otro país. 

Es un 7 de Julio que a las 5 A.M. desciendo del avión en el Aeropuerto Internacional de Santiago de Chile, donde hacía un gélido frío de -1°C, me recibe una ciudad fría, pequeña y nueva, pero que tiene deseos de resaltar y crecer a los niveles de las demás grandes ciudad de economías emergentes. 

Una ciudad muy diferente, menor cantidad de gente, menor tránsito vehícular, pero más organizada por la misma razón. Peatones y automovilistas más educados, seguro, puedes andar por la noche en la mayor parte sin miedo ni problema (aún), tengo que reconocer. Chile es un país cuya economía es la más estable y creciente en LATAM y por tal, hay mucha oportunidad de explotar tus recursos y capacidades. Posee maravillar naturales, diferentes a las del trópico donde se encuentra México por el clima que posee, glaciares, formaciones gigantes de montañas por los Andes (de origen sísmico). 

Tal vez he sufrido un poco con los alimentos, pues difiere mucho la gastronomía mexicana con la chilena, pero también tienen cosas con las cuales sorprenderte y además, su grandioso vino que no puedes dejar escapar de beber varias botellas y volverte un poco más conocedor de ello. 

Sin duda, una buena decisión haber venido aquí, sin embargo, no es la última ni tampoco la más grande... a seguir disfrutando y veamos que nos depara la vida. Y cuando gusten, aquí tienen su casa.

PD. Si me visitan, tráiganme unos tacos al pastor, por favor.

lunes, 15 de mayo de 2017

El Modo de Caminar Solo



Ante la vida, siempre deberemos afrontar decenas de situaciones las cuales nos irán forjando nuestro carácter y además irán mostrándonos el camino que deberemos seguir para lograr la máxima iluminación personal, llámese metas, objetivos, sueños, etc. Sin embargo, todo este tipo de acciones los vamos viviendo con nosotros mismos y nadie más, a no ser que tengas otro ser en tu interior que no seas tu mismo, lo cual dudo mucho.

Por tal, desde mi juventud mi tercer Sensei en el Kendo nos enseñó el Modo de Caminar Solo, que se trata de las 21 máximas de Miyamoto Musashi, las cuales van enfocadas con la filosofía del Bushido y el Libro de los 5 anillos. Estas máximas son escritas días antes de la muerte de Musashi, donde en sus últimas reflexiones se da el tiempo de escribirlas y heredarlas a las futuras generaciones que le sucederán en el camino del Guerrero y no solamente a los guerreros de armas, si no también a aquellos que enfocarán su vida a un estilo de honor, sabiduría y respeto a otros y a sí mismo para lograr el máximo conocimiento.

Se los comparto, pues en mi han estado desde que fui muy joven y que seguramente a más de uno le serán de su atención.

  1. No des la espalda a los diferentes caminos y formas de este mundo.
  2. No pongas prioridad al placer físico.
  3. No intentes confiar en algo.
  4. Considérate superfluo, y al mundo profundo.
  5. Jamás pienses en términos adquisitivos o con fin de lucro.
  6. No lamentes cosas acerca de tu vida personal.
  7. No envidies el bien ni el mal de otros.
  8. No lamentes partir a algún camino.
  9. No te quejes ni te sientas mejor acerca de ti ni de otros.
  10. No tengas corazón al acercarte al camino del amor.
  11. No tengas preferencias.
  12. No guardes esperanzas para tu propio hogar personal.
  13. No tengas predilección para la comida que es deliciosa para ti.
  14. No cargues antigüedades que te han heredado de generación en generación.
  15. No te apresures si te afecta físicamente.
  16. Mientras es diferente con el equipo militar, no te aferres a las cosas materiales.
  17. Mientras camines, no envidies a la muerte.
  18. No tengas la intención de poseer valores de alguien más en tu vejez.
  19. Respeta a Dios, pero no dependas de él.
  20. Aunque pierdas tu vida, no pierdas tu honor.
  21. Nunca te alejes del camino de las Artes Marciales.

domingo, 23 de abril de 2017

El País de la Lectura: Día del Libro



"Los libros son un avión, un tren y un camino. Son el destino y el viaje. Son también el hogar" 
Anna Quindlen

Hoy, 23 de Abril como de cada año, me declaro habitante del país de la lectura. Pronuncio Lectura y no Libros para no confundir con el objeto que soporta el contenido, que de igual forma aprecio el soporte, o sea: los libros y con extensión de mi aprecio a sus sumos pontífices, los escritores y a la recua de sus fieles lectores. Me siento parte de una patria querida, que diré, es el País de la Lectura. Simpatizo con los lectores de corazón, aquellos que sacrifican sus horas de sueño para viajar al país de la lectura, aquellos que viajamos en el metro o bus en silencio misterioso pero que dentro estamos en alguna fulgurosa batalla, ecuánime meditación o en melodramática escena de romance. Aprecio a los que poco importa el bullicio del público en un parque, la quietud nerviosa de una sala de espera o en la solitaria habitación de su casa. Siento debilidad por las chicas que pierden su mirada de forma misteriosa en cada línea del papel que tiene de frente y que solo ellas y su testigo de papel saben en qué aventura están viviendo en el país de la lectura. Somos patriotas, somos habitantes de este gran país que bien alberga muchas discrepancias, pero es como todo, los libros son como sus creadores: los humanos, y que algunos serán muy admirados y otros solo un poco. Pero entre su escritor y el libro, si saben llevarse bien, ambos podrán quedarse por la eternidad en éste país, el país de la lectura y aunque los lectores no seamos eternos, podremos quedarnos aquí cuanto tiempo queramos y convivir con tan dignos patriotas. Te invito a que vengas a este país, que como único pasaporte que te solicita, es traer un libro en la mano.

¡FELIZ DÍA DEL LIBRO Y LA LECTURA!

martes, 21 de febrero de 2017

El Viaje






Dice un proverbio, "La vida es un viaje, no un destino"


Quiero creer que nuestra vida solo es una breve parada en un gran viaje dentro de un camino que nos llevará a trascender a otra forma u otra nueva vida siguiente, donde las lecciones de pasadas experiencias las aplicaremos en la siguiente breve parada hasta llegar al destino que aun es muy incierto para todos, si no un tanto egocéntrico como especie humanos que somos.


Hemos de pensar que nuestra condición como seres humanos en esta especie de camino a trascender, va más allá de obtener un grado en forma de papel en el trabajo o la sección donde te desarrolles. Actualmente la sociedad nos ve a todos como herramientas especializadas, donde es casi mandatario ser eficiente y productivo, y sí no, no vales para nada seguir consumiendo oxígeno de éste mundo superfluo.


Nos dicen que seamos responsables, que seamos autosuficientes, que sigamos subiendo escalones hasta llegar a una cima y tengamos que agachar con cansancio la mirada a los que vienen abajo, pero que en mayoría de veces, se llega a esa cima con una jubilación digna pero que no va a justificar una desperdiciada juventud de viejos.


Quiero creer que es mejor buscar un camino largo pero lleno de experiencias, que un camino corto y sin saber como defenderte de aquellos que eligieron el camino largo.


Me recuerda a otro corto proverbio que dice "No es necesario ser grande para comenzar, sin embargo, es necesario comenzar para ser grande", pero ahí seguimos muchos de nosotros, siempre esperando a que todo sea perfecto para comenzar algo, pensando y creyendo que el tiempo nos esperará, dejando crecer ese egocentrismo centralista donde crees que todo se acomodará en automático a tu favor en algún momento y en ese momento darás inicio.


Pero creo que realmente nos cegamos a no saber cuándo es el momento ideal, porque se teme a lo que el camino te traerá en cada vuelta de esquina, se ignora lo que te depara la vida en cada paso que darás a este viaje, pero que desafortunadamente tampoco conocemos de cuanto tiempo disponemos realmente para seguir posponiendo lo que profundamente tanto soñamos.


Vive la vida en cada instante, así te darás cuenta que esta vida no es un destino, si no solo una breve parada para tomar un respiro, y continuar caminando, y que en ello seguramente encontrarás gente que impulse a éste viaje y que por momentos caminarán contigo a tu lado. 

sábado, 15 de octubre de 2016

Camina al Fin del Mundo Parte 1

En la vida siempre vamos a creer que conocemos mucho, que llegamos al límite de ese objeto central y falsamente nos cegamos a continuar estudiándolo o analizándolo. Eso me sucedió antes de viajar a este maravilloso país que yo tan erróneamente prejuiciaba antes de viajar a Chile. 

Mi Sensei decía que al final cualquier camino que lleve a la cima de la montaña, llegarás a la misma cima en la cual la luna se verá; y así me sucedió. En un momento a otro decidí que debía ir a esa cima y además, quiero contarles algo muy personal antes de continuar...

Cuando me invitaron a trabajar en Chile y abandonar mi tierra natal, tuve muchos pensamientos y sentimientos nuevos que no creí experimentar alguna vez, entre ellos la incertidumbre de saber que veré y si valía la pena. Me coloqué a investigar cosas del país, comenzar a conocerlo en páginas web, un libro de turismo y por supuesto, preguntando a los que me habían invitado a trabajar en este país. Fue tal mi sorpresa de todo lo que vi, sin embargo una sola imagen remató en mi y fue la decisiva que hiciera que entonces contestará a mi futuro empleador un rotundo SÍ.

Este es el video que les comento.


Y volviendo al principio, ¿Por qué les estoy contando esta breve historia? porque una de esas escenas es la razón principal por la cual acepté dicha invitación (ademas de embrollos filosóficos de mi profesión) y entonces me decidí que había que realizar un viaje en el cual tendría que ver en persona a tal objeto de mi decisión de venir a un nuevo país, totalmente diferente al mío y con maravillosas cosas por conocer.

Entonces compré de un día a otro los tickets para viajar a un pueblo al sur de Chile, en la Patagonia o que coloquilamente le llaman "El Fin del Mundo" ya que pues visiblemente, se encuentra en el último extremo sur de todo el territorio continental americano y es el punto terrestre continental más al sur de todo el mundo. Este pueblo o ciudad en crecimiento se llama, Punta Arenas. 

Después de haber dejado lo más ordenado posible todo en la oficina el viernes, me pongo a hacer las maletas de viaje (todo a última hora como siempre).

La aventura comienza un sábado 8 de Octubre a las 3 AM cuando el taxi viene a trasladarme al aeropuerto internacional de Santiago, seguidamente el proceso ya relatado anteriormente, esta vez sin contratiempos de haber dejado olvidado algo y que por un momento me preocupé ya que no llevaba mi pasaporte, pero al final solo era un vuelo nacional y llevaba mi cédula de identidad chilena que te entregan con la VISA de trabajador, respiré profunda y aliviadamente.

Entré nuevamente a una sala Lounge VIP de Pacific Club gratis, me senté a esperar mi vuelo mientras llenaba mi estomago de snacks y café ilimitado y escuchaba algo de música y platicaba con una persona.

Así el tiempo voló y estábamos despegando en un bello avión Airbus A319 de la aerolínea chilena LATAM hacia Punta Arenas, tres horas de vuelo anunciaba el capitán y un hermoso amanecer nos despedía de Santiago para emprender el inicio de la aventura... 


miércoles, 14 de septiembre de 2016

Camina...

"Viaja, camina como si besaras la tierra con tus pies" dice una máxima Zen, de mis favoritas.

Lo prometido es deuda, y desde la PC de una de la sala de espera V.I.P. (No soy V.I.P, pero una tarjeta mexicana de crédito que no utilizo aun me da este beneficio sin costo alguno) con espera de mi vuelo a Lima y de ahí a Cusco.

Como siempre y buen mexicano, todo dejo a la última hora. Y en este caso no fue la excepción, pues dejé la maleta a medio hacer y todo por distraerme ayer viendo videos musicales y leyendo un poco. 

El día fue algo pesado en la oficina pero logré sacar la mayoría de mis pendientes, que de igual forma si es necesario, dejé el TeamViewer encendido "por si las moscas". Se me estaba haciendo tarde y apresuradamente monté mi Ryu (motocicleta) y emprendí camino con acelerador a fondo a casa esperando llegar a tiempo para terminar de hacer dicha maleta.



Logré terminarla, y no demoró ni cinco minutos cuando el taxista me marcó al móvil para indicarme que ya estaba llegando a mi domicilio. Pero yo estaba emocionado y apresurado, tanto fue así que cuando tomé la siguiente foto ya bajando a donde el taxista me esperaba estorbando en una calle principal del centro de Santiago, se me estaba olvidando el pasaporte. Afortunadamente me palpé los bolsillos y recordé que el pasaporte lo había dejado a la mano, a lado de una divertida figura del I.P.N., que luego con tiempo les mostraré. Así que como alma que lleva el diablo, volví a por el pasaporte. 

Ya en camino al aeropuerto siempre le llegan a uno las dudas de si olvidaste algo, o faltó añadir alguna cosa más por alguna emergencia. Así fue, pero no había más que hacer, ya estábamos atorados en el tránsito pesado de las 6 PM de toda ciudad donde las jornadas laborales terminan. 


Ya en el aeropuerto internacional de Santiago te debes ir a embalar tu equipaje como esos Sandwiches que te preparaba tu mamá envueltos en metros de plástico para que no arruinaran tus útiles escolares. Seguidamente me fui a documentar mi equipaje, que para mi sorpresa, no había casi gente. 

Luego tienes que atravesar la garita de migración, en donde revisan tu situación migratoria y vuelven a revisar tu pasaporte, para ver si no eres buscado por el FBI, la DEA o SHIELD. Y seguidamente la revisión de equipaje de mano para cuidar la seguridad de que no se introduzca un loco con armas.


Finalmente llegamos al destino, mi vuelo es a las 22:45, abordaré en una hora y estoy posteando desde la sala Lounge que les platiqué al inicio. Hay una pantalla con una novela de tele trece pero yo estoy felizmente escuchando este tema musical acorde al momento, se los comparto...


Les dejo el tema musical que me acompaña en la escritura de este post:


Gracias por sus buenos deseos, ya llevo mi cámara consentida a una nueva aventura y prometo traerles bellas fotografías.

¡Nos leemos en el futuro!