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domingo, 23 de abril de 2017

El País de la Lectura: Día del Libro



"Los libros son un avión, un tren y un camino. Son el destino y el viaje. Son también el hogar" 
Anna Quindlen

Hoy, 23 de Abril como de cada año, me declaro habitante del país de la lectura. Pronuncio Lectura y no Libros para no confundir con el objeto que soporta el contenido, que de igual forma aprecio el soporte, o sea: los libros y con extensión de mi aprecio a sus sumos pontífices, los escritores y a la recua de sus fieles lectores. Me siento parte de una patria querida, que diré, es el País de la Lectura. Simpatizo con los lectores de corazón, aquellos que sacrifican sus horas de sueño para viajar al país de la lectura, aquellos que viajamos en el metro o bus en silencio misterioso pero que dentro estamos en alguna fulgurosa batalla, ecuánime meditación o en melodramática escena de romance. Aprecio a los que poco importa el bullicio del público en un parque, la quietud nerviosa de una sala de espera o en la solitaria habitación de su casa. Siento debilidad por las chicas que pierden su mirada de forma misteriosa en cada línea del papel que tiene de frente y que solo ellas y su testigo de papel saben en qué aventura están viviendo en el país de la lectura. Somos patriotas, somos habitantes de este gran país que bien alberga muchas discrepancias, pero es como todo, los libros son como sus creadores: los humanos, y que algunos serán muy admirados y otros solo un poco. Pero entre su escritor y el libro, si saben llevarse bien, ambos podrán quedarse por la eternidad en éste país, el país de la lectura y aunque los lectores no seamos eternos, podremos quedarnos aquí cuanto tiempo queramos y convivir con tan dignos patriotas. Te invito a que vengas a este país, que como único pasaporte que te solicita, es traer un libro en la mano.

¡FELIZ DÍA DEL LIBRO Y LA LECTURA!

sábado, 12 de noviembre de 2016

La Legión Perdida


- ¿Dónde estoy? - Se preguntó ella-¡No puedo ver nada!
- Tranquila, estás a salvo. - Se escuchó una voz tranquila pero lejana - Debes calmarte, todo tiene una respuesta.
- ¿Qué fue eso? ¿Quién Eres?
- Relájate, no hagas demasiadas preguntas, no hables mucho, estás aún muy agotada. - volvió a escuchar la misteriosa voz.

Así, ella intentó abrir sus ojos y sentía que los tenía realmente abiertos, el problema era que estaba en un lugar totalmente oscuro. El suelo estaba frío y duro. Una textura rocosa se imaginaba al palpar con sus manos y buscar apoyo para ponerse en pie, pero su equilibrio aun le fallaba y se sentía confundida, esto le hizo sentirse aun más mareada.

- ¡¿Hola?!, ¿estás ahí?

Esta vez no recibió respuesta. Ella entonces se quedó callada, no había sonido alguno, a tal caso que podía escuchar los acelerados y agotados latidos de su corazón y el fluir de su sangre. Estaba realmente agotada, no recordaba nada; confundida no sabía que hacer, si gritar o quedarse callada para siempre.

En su mente comenzó a imaginarse la forma de la voz, la de un hombre probablemente, pero le estaba costando un enorme escuerzo, pues su cabeza aun no recordaba nada ni nadie, una batalla en su mente sucedía entre flashes de regresiones y escenas en blanco.

Se agotó y calló en sueño profundo...

- Ey, muchacha, ¿estás ahí? - la misma misteriosa voz volvió a sonar - Despierta, debes moverte de aquí, ¡estás en peligro!

Escuchó la voz pero demoró unos momentos en volver a procesar su situación misteriosa en la que se encontraba, despertó totalmente.

- ¿Quién eres? dime, ¿Dónde estoy? ¿quién soy?

- Tranquila, todo poco a poco se contestará. - Dijo en tono relajante la misteriosa voz. - Quiero que te intentes poner de pie.

Así ella lo intentó, sus piernas débiles le temblaban al intentar levantarse y buscar un apoyo para hacerlo con sus manos. Se puso de pie pero inmediatamente cayó al suelo. 

-¡oh, que daño me he hecho! - dijo ella  - ¡mejor ven a ayudarme y deja de decirme qué hacer!

Y no recibió respuesta, por tal volvió a intentarlo con mucho esfuerzo. Lo logró, y entonces con piernas tambaleantes intentó dar un paso en la oscuridad. 

- Muy bien, ahora da otros pasos en ese mismo sentido, yo te voy guiando - dijo la misteriosa voz.

- Muy bien. - Dijo de forma determinada la joven.

- Vas bien, cuando te encuentres un muro, guíate hacia él de frente con las manos y continua caminando suavemente, puede haber obstáculos en el suelo.

- ¡Silencio! no me puedo concentrar, me siento muy mareada.

Así, nuestra joven avanzó unos cuantos momentos hasta que logró distinguir entre la total oscuridad un punto brillante en su visión. Parecía una salida, pensó, entonces siguió caminando a ella. 

- ¡Lo estoy logrando! veo algo al fondo. ¿Me esuchas? - Dijo de forma desafiante a la misteriosa voz.

- Continua, nos veremos más adelante - Dijo tajantemente la voz y todo quedó en silencio. 

- Muy bien, sigamos entonces. 

Y así, ella entre pasos lentos y temblorosos, se fue acercando a la luz más y más, hasta que llegó a ella y el resplandor le cegó totalmente. Era una Luz muy intensa, demasiado para la oscuridad que se encontraba unos momentos. 

- Oh, ¡mis ojos! me lastiman - dijo la joven mientras se frotaba con las manos los ojos a medio cerrar para protegerse de la intensidad luminosa.

Momentos después comenzó a acostumbrarse su vista a la luz, y entonces comenzó también a capturar formas su visión. No sabía aun que eran, solo veía manchas enormes por todas partes.

Le tomaría unos momentos para ir enfocando lo que estaba viendo

-¡¿Dónde estoy y qué son?! - Se dijo sorprendida y sobre impactada. Se desmayaría entonces...