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miércoles, 5 de febrero de 2020

Un mundo olvidado...



- ¡Atención! he visto algo caer desde el cielo, ¡debemos ir a toda prisa!. -Dijo el hombre de armadura negra mientras enfundaba su espada-
- Tengamos mucho cuidado, hermano. No sabemos qué es lo que acabamos de ver y ¿qué tal si es un monstruo? ¡o peor aun, el mundo comienza a llegar a su fin! - exclamó muy asustado el hombre de armadura blanca -

Así, tomando sus cosas que dejaron en el suelo para descansar después de caminar un largo peregrinaje rumbo a su tierra natal, los hermanos emprendieron con temor pero con mucha curiosidad, un andar a paso rápido hacia donde vieron aquel misterioso objeto caer. Sucedió tan rápido que no pudieron determinar qué forma tenía o qué era aquello que estaba a punto de cambiar sus vidas... No era cualquier cosa lo que había caído...

- Bliss, hermano... tengo miedo de ir hacia esa cosa. ¡¿y si es un monstruo y nos come?! -grito y exclamó-

-¡ya tranquilízate Grown! Recuerda que de todas formas nuestro pueblo está a rumbo de ahí y sea lo que sea, si es un peligro para nuestra gente, lo enfrentaremos. y sí no es así, debemos investigar qué demonios ha caído de allá arriba - Dijo Bliss, mientras desenfunda su espada y con ímpetu con ella apunta al cielo - 

- Pero hermano, solo espero que madre y todos los demás estén bien, estoy preocupado.

- Yo también Grown, yo también...

Los hermanos entonces continuaron caminando a paso rápido, el sol abrasador no les permitía ir tan a prisa, además que los metales de sus estropeadas armaduras les pesaban cada vez más... llevaban un mes recorriendo de pueblo en pueblo buscando un gran tesoro, sin éxito alguno. Por lo cual, su deseo principal ahora era volver a su tierra natal y buscar consejo de un sabio que bien se conocía, podía ver el futuro y saber guiar a quien le preguntara cualquier inquietud.

Sin embargo, lo que acababan de ver cambiaría sus vidas para siempre...

- Hermano, ¡ya logro ver algo! se nota algo brillante desde acá, ¿lo ves?

- Así es Grown, es momento de tener cuidado y acercarnos poco a poco, no sabemos que es eso que aún no distinguimos bien, pero pareciera tener un inmenso tamaño... sigamos adelante.  - Dijo Bliss mientras comenzaba a sostener el mango de su espada enfundada -

En ese momento otro objeto apareció en el cielo, pero a diferencia del anterior que se estrelló, este se veía claro y gigante, como el tamaño de un castillo de algún señor feudal, con destellos de muchos colores que le rodeaban, parecía hecho del mismo metal de las armaduras de los caballeros que estaban en ese momento sorprendidos mirando hacia arriba sin decir una sola palabra, y en un instante el objeto que flotaba sobre ellos pareciera que fuera golpeado por un rayo de luz como la del mismo sol, le siguió un sonido cual trueno emitido por los mismos dioses y comenzó a incendiarse... 

- ¡hermano! ¿qué demonios pasa aquí? - Gritó Gown asustado mientras observaba a su hermano aún atónito pero con la espada desenfundada -

- ¡Grown... esto no es bueno! huyamos de aquí, no te quedes ahí parado y asustado como todo un cobarde. - dijo Bliss mientras le da un empujón a su hermano para comenzar a correr lejos de tal escenario jamás visto por sus ojos, a pesar de ser hombres de guerra y mil batallas.

Entonces aquel objeto que iniciaba a arder en llamas comenzó a moverse con desplazamientos torpes y con gran velocidad se fue rumbo a sentido contrario de donde los dos hombres venían y por el horizonte desapareció; le siguió un destello y un estruendo que parecía había caído a varios kilómetros de ahí... solo vieron un cúmulo lejano de humo elevarse al cielo.

- ¡Grown, debemos alejarnos de ésto e ir a toda prisa a casa! no me gusta nada de lo que está pasando. -habló a su hermano mientras lo vuelve a empujar para moverse en dirección a donde el primer objeto cayó.

- Si hermano, como digas. Estoy nervioso y tengo miedo... - dijo Grown mientras acomodaba su escudo a su brazo izquierdo -

En su caminar hacia el primer objeto al que ya notaban algo redondo y brillante que reflejaba la luz del sol, fueron encontrando pequeños fragmentos metálicos en el suelo, cual basura metálica. Parecían fragmentos de armaduras, sin embargo, éstos fragmentos eran gruesos y pesados. 

- Hermano, ¿ya viste? este metal es muy pesado y pareciera que el fuego lo cubrió. - dijo Grown mientras se agachaba para intentar tomar un pedazo del metal encontrado en el piso -

- No toques nada Grown, no sabemos qué demonios es todo esto y es mejor evitar tocar algo que no conocemos, sigamos, ya veo más claramente lo que hay enfrente...

Después de varios minutos de caminar y subir un pequeño cerro para poder apreciar claramente a lo que se enfrentaban, ambos hermanos quedaros perplejos de lo que estaban viendo. Tallaron sus ojos con sus sucias manos pensando que estaban soñando o alucinando por el calor.

- Bliss, ¡es gigante! ¡es un monstruo y no parece un dragón! - dijo Grown a gritos - ¿lo ves al igual que yo?

- Atrás Grown, no se mueve pero pareciera que está muerto, no tiene rostro. Prepara tu espada y acerquémonos, nuestro pueblo está atrás de él y si es necesario, lo enfrentaremos.

Los hermanos entonces comenzaron a caminar lentamente ante esto que seguían sin poder creer... ¿algo gigante?, ¿un monstruo o un Dios?, Rondaban por su cabeza mil ideas y de repente la forma misteriosa exclamó sonidos similar a una respiración.

- ¿qué ha pasado y dónde estoy? - Dijo el gigante con voz agonizante mientras su cabeza se dirigía a observar los hermanos...

- Grown, detente... esto no es un Dios... es un... - Y una larga pausa de Bliss se quedó en su boca -



jueves, 2 de noviembre de 2017

Doña María




Y no, no me refiero al  mole Doña María... 

Es un día donde en la oficina hemos descansado, y la mayoría de negocios locales también lo han hecho. Es el día 1° de Noviembre, día de Todos los Santos para las iglesia católica de rito romano, un día que en mi país de origen, México, se celebra de forma más profunda y que ya declaré un post hace un año de forma detallada, sin embargo, hoy les contaré ahora como se hace conmemora en algún otro país y en éste caso, es en Chile, en donde vivo como ya saben ustedes.

Decidí dejar la motocicleta el día de hoy y andar a pie, estirar los pies y pues contemplar un poco del ambiente urbano de una ciudad capital más. Pero, mi objetivo en principio era solo caminar y ver que encontraba para comer, sin embargo, recordé que la comunidad mexicana realiza un evento de día de muertos en el Cementerio General de Santiago, el panteón más grande de Chile y de la ciudad. 

Y sí, es muy grande y extenso, fundado en 1823 cuando recientemente era un país independiente de la corona española, comenzaron ahí a ser sepultados las personas, debido a que delante hay otro cementerio pero era exclusivo para gente de la religión católica. Así, comienza a llegar muertito tras muertito, algunos personajes importantes llegaron ahí para descansar sus restos mortales por toda la eternidad. 

Como todo cementerio, guarda una mezcla de opulencia y sencillez en otras partes, para los que quieren rodear sus mortales restos de lujos o aquellos que solo alcanzan depositar sus restos casi en la misma tierra, sin caja ni lápida. 

Es así, que declaro que me gusta pasear en los cementerios con estas mezclas, además de ser lugares muy tranquilos pero energéticamente hay de todo. 

Volviendo al relato, comencé mi paseo y mucha gente estaba llegando a depositar un poco de flores en las tumbas de sus conocidos, historias que ciertamente cada una guarda sobre quien están depositando una pequeña flor, un juguete o hasta fotografías y otros objetos del difunto. 

Sin duda, la mayoría de las tumbas estaban solitarias y sin decoración alguna, de hecho, la mayoría van a depositarse ahí para casi nunca más ser de nuevo visitados. 

Una señora atrajo mi atención, iba yo armado con mi cámara y entonces tomé la fotografía que les adjunto en el encabezado de este post. Ella se dio cuenta de que tomé un par de fotografías y me hizo señas de que me acercara, no presentí nada malo y entonces me acerqué a ella, mientras continuaba decorando una tumba. Me miró, sonrió, y me saludó con un "buen día, joven" a lo cual contesté con el mismo mensaje y sonreí. 

No suelo ser muy sociable, y mucho menos con gente extraña o ajena a mi ambiente cotidiano, sin embargo, me prometí y prometí a alguien más que trabajaría con eso, así que le hice una pregunta a la señora: 

- ¿gusta que le ayude con acomodar esas flores?
- Claro, muy amable, ¿usted no es de aquí, cierto? contestó ella y preguntó lo que es muy común que los extraños le pregunten a un extranjero. 
- No, me imagino por mi acento, soy de México. - Le contesté mientras acomodaba mi cámara en el bolso, y comenzaba a acomodar un grupo muy grande de flores.

Así, comenzó una plática de una hora y me contaba que esa tumba es de su hijo y de su esposo, quienes murieron en un accidente, la historia de ellos que llegaron a Santiago, pues eran del sur y me contó también que tiene un negocio en Concepción, una ciudad al sur de Chile. Fue una grata pero melancólica plática, pues eso había sucedido hace 5 años, me dijo que un día me recibiría en su casa y en su negocio familiar al sur de la ciudad, espero cumplir esa promesa en un corto plazo de tiempo. Tuve que despedirme de ella, pues yo moría de hambre y estaba por comenzar el evento de los mexicanos en el cementerio sobre el día de muertos, así que me despedí y le pedí permiso para publicar la foto, ya que me di cuenta que era algo sensible el tema del porqué ella estaba ahí, a lo cual ella accedió con mucho gusto, concluí dándole la mano y preguntándole cuál era su nombre, ella me contestó "María".


sábado, 19 de agosto de 2017

CUENTOS ZEN

CUENTOS ZEN 



1er Cuento Zen: La verdadera Riqueza

El hombre más millonario del pueblo le pidió un día a Sengai que le escribiese algo para la continuidad de prosperidad en su familia, de forma que ésta pudiese continuar viviendo con su gran fortuna por todos los tiempos. Sengai tomó un gran pergamino y escribió:

"El padre muere, el hijo muere, el nieto muere"

El hombre rico se ofendió y enfureció con tal insulto:
-¡Yo le pedí que escribiese algo para la felicidad de mi familia! ¿por qué hizo una broma de este tipo?

Sengai explicó serenamente:

-No pretendo hacer bromas. Si antes de su muerte su hijo muriera, esto lo heriría inmensamente, si su nieto se fuera antes que su hijo, usted como su hijo estarían devastados, pero si su familia, de generación en generación mueren en el orden que le describí, ése sería el curso más natural de la vida. Yo a eso le llamo riqueza.

El rico hizo reverencia y se fue

FIN 

No todo cuento lleva una enseñanza fija o directa, a veces es subjetiva o en tal caso su única enseñanza es mostrarnos la simplicidad de esta realidad en la que vivimos, pues muchas veces y es natural en las personas, se complican demasiado la existencia en donde no debería muchas malas decisiones, algunas con consecuencias catastróficas, se deben a que no observamos o queremos observar desde lo más sencillo.

Esto tampoco significará que todo deba ser así siempre, pero te ayudará a tomar decisiones un poco más acertadas o con menos repercusiones.

2do Cuento Zen: La Inútil Sabiduría

El maestro del monasterio convocó a todos sus monjes, pues era momento de elegir a uno de ellos como su sucesor, ya que emprendería un viaje

Colocando una jarra llena de agua en el suelo, les preguntó:

-¿Quién me puede decir qué es esto sin llamarlo por su nombre?

El jefe de los monjes, que esperaba ambiciosamente ser el nuevo maestro contestó:

-No es un estanque, pues puede ser transportado.

Isán, el monje cocinero, se acercó e hizo caer la jarra de un golpe para después marcharse sin decir palabra alguna.

El viejo maestro sonrió y dijo:

-Isán, serás mi sucesor de este monasterio. Nos has dado una gran lección. 

FIN

martes, 4 de abril de 2017

CUENTO ZEN: El Monje Escoba



Éste era un joven muy simple y pobre, no tenía nada para comer ni tampoco sabía leer o escribir, mucho menos tenía un nombre como tal.

Vivía vagando y pidiendo limosnas, pero un día en sus caminos de vagancia, percibió un aroma que inmediatamente abrió su apetito, dónde emanaba este delicioso aroma. Así, en su forma y tono desesperado de tocar la puerta, un monje budista abrió la puerta con recelo y le observó:

-¿en qué le puedo ayudar, hermano? -dijo el monje

-Señor, no tengo hogar ni moneda alguna, ni mucho menos he probado alimento alguno en dos días, ayúdeme por favor.

El monje se quedó pensando un momento y le dijo: -Está bien,pasa hermano, en un momento te traigo un poco de pan y frutos frescos del huerto. Así, el monje volvió con el pan recién horneado que emanaba tal aroma y frutos. El humilde hombre dijo:

-Gracias, buen hombre. Es usted un santo, me gustaría quedarme a ayudarles y así tener un pedazo de pan diario. Haré lo que sea, lo suplico.

El Monje lo pensó, fue a hablar con el maestro y regresó con el maestro a presentarle el hombre humilde. El maestro lo observó y dijo:

-Veo que eres un hombre humilde pero de buen corazón, te acepto en mi monasterio, pero deberás trabajar todos los días en lo que yo te diga

-Sí, maestro. ¿le puedo llamar así? Prometo hacer lo que usted me diga, a cambio de un pedazo de pan, agua y un rincón con paja

Así, el maestro se fue a una habitación y sacó de ella una escoba. Se la extendió al humilde hombre y él la tomó.

-Te encargo que barras el monasterio y sus patios, todos los días, que siempre quede limpio de polvo pues los vientos lo ensucian seguido.

-Así será, maestro. El hombre entonces comenzó a barrer inmediatamente con la energía de joven que tenía. 

Así pasaron las semanas, los meses y años, el joven simple se afanó en barrer con esmero el monasterio durante todos los días de su vida. Si llovía, nevaba, con calor y viento, en enfermedad o cansado, el joven simple no dejó nunca de barrer con su escoba y esmero el monasterio. Nunca antes estuvo tan limpio el monasterio. 

Un día, el maestro percibió en "el monje de la escoba" como si algo emanara de él. Vio algo en lo que antes no había reparado, acostumbrado como estaba de verlo diario por años,casi formando parte del paisaje del monasterio,  se acercó a él, lo invitó a dejar la escoba un momento y le propuso algunas preguntas de contenido espiritual.

Minutos después, el maestro unió las manos sobre su pecho y se inclinó ante el humilde monje, con una profunda reverencia dijo:

-He descubierto a un iluminado.

El maestro, asombrado le preguntó al monje humilde: 
-¿Cómo lograste este estado? Tu no has recibido la enseñanza de maestros, ni has leído las escrituras antiguas. Tampoco has meditado por largas horas junto a los demás monjes, solamente te has dedicado a barrer el monasterio todos los días, mañana y tarde. El monje escoba entonces contestó:

- Dices bien, querido maestro. Pero mi mejor maestro ha sido la escoba que me diste tu hace muchos años, que me mostró el valor del silencio, de la unidad y del servicio. Mis escrituras han sido el polvo seco del verano, las hojas de otoño, las lluvias de primavera y la nieve del invierno. Y mi meditación ha estado siempre presente en la intención de barrer lo mejor que he sabido y he podido para comer.

Así, con estas palabras, el maestro se retiró en silencio, y el monje humilde continuó barriendo con su escoba. 

jueves, 23 de febrero de 2017

Cuento Zen: EL BAMBÚ




En el Japón feudal, dos agricultores iban en camino por un mercado y para cuando llegaron a un puesto de un vendedor de semillas, éstos se sorprendieron de ver unas semillas muy extrañas y que jamás habían visto.
- Mercader, ¿qué son estas extrañas semillas? - preguntó uno de los agricultores.

- Son semillas de bambú, una planta de la China oriental y son semillas muy especiales - contestó el mercader.

- ¿y por qué son tan especiales? - le espetó el otro agricultor que escéptico se mostraba ante tal adjetivo.

- Si se las llevan y las plantan, sabrán porqué lo son. Solo necesitan agua y abono suficiente.

Así, los agricultores con curiosidad, compraron varias semillas de esa planta extraña llamada Bambú.
Al volver a sus tierras. los agricultores plantaron las semillas y comenzaron a regarlas y abonarlas, justo como se los indicó el mercader.

Pasó el tiempo, y las plantas no germinaban, mientras el resto de los cultivos crecían, eran cosechados y volvían a ser plantados.

Uno de los agricultores, el escéptico le dijo al otro: 

-Ese viejo mercader nos engañó con éstas semillas, jamás saldrá nada de ellas.

Así, éste dejó de regarlas y abonarlas cuando fue necesario. El otro agricultor decidió seguirlas cultivando, día a día las regaba y abonaba.

Seguía el tiempo avanzando y las semillas continuaban sin germinar. Un día el agricultor estaba cerca de dejar de cultivarlas, se sorprendió al encontrar en su último intento de cultivarlas que una planta d bambú creció y en 6 semanas crecieron 30 metros cada semilla. 

¿Cómo era posible que el bambú hubiese demorado 7 años en germinar y solo en seis semanas llegar a tal inconmensurable tamaño?

Así, el agricultor sorprendido fue a avisarle al mercader de tal noticia, preguntarle la causa:

- Mercader, ¿por qué demoraron demasiado las semillas en germinar y cuando menos lo esperé, crecieron de gran tamaño? - preguntó

- Sencillo, durante esos años de aparente inactividad, el bambú estaba generando un avanzado conjunto de raíces que le permitirían sostener ese gran tamaño en su futuro como planta.

Así que mis estimados seguidores, si no consigues lo que quieres, no desesperes... Quizás sólo estés echando raíces.

martes, 24 de enero de 2017

Vive la Vida



No dejes que termine el día
sin haber crecido un poco,
sin haber sido feliz,
sin haber aumentado tus sueños.

No te dejes vencer por el desaliento..
No abandones las ansias
de hacer de tu vida algo extraordinario.

No dejes de creer que las palabras
y las poesías sí pueden cambiar el mundo..

Somos seres llenos de pasión.

La vida es desierto y oasis.

Nos derriba, nos lastima, nos enseña,
nos convierte en protagonistas
de nuestra propia historia.

Aunque el viento sople en contra,
no dejes nunca de soñar,
porque en sueños es libre el hombre. 

Piensa que en ti está el futuro.

"El Club de los Poetas Muertos"

domingo, 20 de noviembre de 2016

Cuentos Zen: La Mancha Negra/El Vacío




Este era un maestro estaba dando clase a sus alumnos, creo una mancha negra de tinta en la hoja de papel blanca en que estaba escribiendo.


Preguntó a sus alumnos:


- ¿Qué ven ustedes?


Y todos a la vez respondieron:


- Una mancha negra


El maestro respondió:


- Todos se están fijado en la mancha negra. En cambio, nadie ha visto el resto de hoja blanca, que es mucho más extensa.



EL VACÍO


Un célebre espadachín japonés, que se decía adepto al zen, fue al encuentro del maestro Dokuon y le dijo, no sin un leve aire de triunfo, que todo lo que existía era el vacío, que nada distinguía al yo del tú, etc.

El maestro lo escuchó un momento en silencio, luego cogió su pipa y golpeó con fuerza al soldado en el cráneo.

El hombre saltó, cogió su sable y amenazó al monje.

- Vaya – dijo éste muy tranquilo -, el vacío no tarda en montar en cólera.

sábado, 12 de noviembre de 2016

La Legión Perdida


- ¿Dónde estoy? - Se preguntó ella-¡No puedo ver nada!
- Tranquila, estás a salvo. - Se escuchó una voz tranquila pero lejana - Debes calmarte, todo tiene una respuesta.
- ¿Qué fue eso? ¿Quién Eres?
- Relájate, no hagas demasiadas preguntas, no hables mucho, estás aún muy agotada. - volvió a escuchar la misteriosa voz.

Así, ella intentó abrir sus ojos y sentía que los tenía realmente abiertos, el problema era que estaba en un lugar totalmente oscuro. El suelo estaba frío y duro. Una textura rocosa se imaginaba al palpar con sus manos y buscar apoyo para ponerse en pie, pero su equilibrio aun le fallaba y se sentía confundida, esto le hizo sentirse aun más mareada.

- ¡¿Hola?!, ¿estás ahí?

Esta vez no recibió respuesta. Ella entonces se quedó callada, no había sonido alguno, a tal caso que podía escuchar los acelerados y agotados latidos de su corazón y el fluir de su sangre. Estaba realmente agotada, no recordaba nada; confundida no sabía que hacer, si gritar o quedarse callada para siempre.

En su mente comenzó a imaginarse la forma de la voz, la de un hombre probablemente, pero le estaba costando un enorme escuerzo, pues su cabeza aun no recordaba nada ni nadie, una batalla en su mente sucedía entre flashes de regresiones y escenas en blanco.

Se agotó y calló en sueño profundo...

- Ey, muchacha, ¿estás ahí? - la misma misteriosa voz volvió a sonar - Despierta, debes moverte de aquí, ¡estás en peligro!

Escuchó la voz pero demoró unos momentos en volver a procesar su situación misteriosa en la que se encontraba, despertó totalmente.

- ¿Quién eres? dime, ¿Dónde estoy? ¿quién soy?

- Tranquila, todo poco a poco se contestará. - Dijo en tono relajante la misteriosa voz. - Quiero que te intentes poner de pie.

Así ella lo intentó, sus piernas débiles le temblaban al intentar levantarse y buscar un apoyo para hacerlo con sus manos. Se puso de pie pero inmediatamente cayó al suelo. 

-¡oh, que daño me he hecho! - dijo ella  - ¡mejor ven a ayudarme y deja de decirme qué hacer!

Y no recibió respuesta, por tal volvió a intentarlo con mucho esfuerzo. Lo logró, y entonces con piernas tambaleantes intentó dar un paso en la oscuridad. 

- Muy bien, ahora da otros pasos en ese mismo sentido, yo te voy guiando - dijo la misteriosa voz.

- Muy bien. - Dijo de forma determinada la joven.

- Vas bien, cuando te encuentres un muro, guíate hacia él de frente con las manos y continua caminando suavemente, puede haber obstáculos en el suelo.

- ¡Silencio! no me puedo concentrar, me siento muy mareada.

Así, nuestra joven avanzó unos cuantos momentos hasta que logró distinguir entre la total oscuridad un punto brillante en su visión. Parecía una salida, pensó, entonces siguió caminando a ella. 

- ¡Lo estoy logrando! veo algo al fondo. ¿Me esuchas? - Dijo de forma desafiante a la misteriosa voz.

- Continua, nos veremos más adelante - Dijo tajantemente la voz y todo quedó en silencio. 

- Muy bien, sigamos entonces. 

Y así, ella entre pasos lentos y temblorosos, se fue acercando a la luz más y más, hasta que llegó a ella y el resplandor le cegó totalmente. Era una Luz muy intensa, demasiado para la oscuridad que se encontraba unos momentos. 

- Oh, ¡mis ojos! me lastiman - dijo la joven mientras se frotaba con las manos los ojos a medio cerrar para protegerse de la intensidad luminosa.

Momentos después comenzó a acostumbrarse su vista a la luz, y entonces comenzó también a capturar formas su visión. No sabía aun que eran, solo veía manchas enormes por todas partes.

Le tomaría unos momentos para ir enfocando lo que estaba viendo

-¡¿Dónde estoy y qué son?! - Se dijo sorprendida y sobre impactada. Se desmayaría entonces...

martes, 25 de octubre de 2016

CUENTO ZEN: El regalo


Cerca de Tokio vivía un gran samurai, ya anciano, que ahora se dedicaba a enseñar el budismo zen a los jóvenes. A pesar de su edad, corría la leyenda de que aún era capaz de derrotar a cualquier adversario.

Cierta tarde, un guerrero, conocido por su total falta de escrúpulos, apareció por allí. Era famoso por utilizar la técnica de la provocación: esperaba que su adversario hiciera el primer movimiento y, dotado de una inteligencia privilegiada para captar los errores cometidos, contraatacaba con velocidad fulminante.

El joven e impaciente guerrero jamás había perdido una lucha. Conociendo la reputación del samurai, estaba allí para derrotarlo y aumentar así su fama. Todos los estudiantes se manifestaron en contra de la idea, pero el viejo aceptó el desafío.

Fueron todos hasta la plaza de la ciudad, y el joven comenzó a insultar al viejo maestro. Arrojó algunas piedras en su dirección, le escupió a la cara, gritó todos los insultos conocidos, ofendiendo incluso a sus antepasados.. Durante horas hizo todo lo posible para provocarlo, pero el viejo permaneció impasible. Al final de la tarde, sintiéndose ya exhausto y humillado, el impetuoso guerrero se retiró.

Decepcionados por el hecho de que su maestro aceptara tantos insultos y provocaciones, los alumnos le preguntaron:

– ¿Cómo ha podido usted soportar tanta indignidad? ¿ Por qué no usó su espada, aún sabiendo que podía perder la lucha, en vez de mostrarse cobarde ante todos nosotros?

– Si alguien se acerca a tí­ con un regalo, y tú no lo aceptas, ¿a quien pertenece el regalo? preguntó el samurai.
– A quien intentó entregarlo – respondió uno de los discípulos.
– Pues lo mismo vale para la envidia, la rabia y los insultos – dijo el maestro. 
– Cuando no son aceptados, continúan perteneciendo a quien los cargaba consigo.

lunes, 17 de octubre de 2016

Cuento Zen: El Clan de los Cuervos


En la vida de todo ser llega el día en el cual madura y pasa a ser miembro de la comunidad de los adultos. En esto los cuervos tampoco son ninguna excepción.

Un día ,tres cuervos jóvenes tenían que exponerse a una prueba realizada por los cuervos mayores que querían ver si los cuervos jóvenes estaban lo suficientemente maduros como para volar con los adultos. El jefe del clan le pregunto al primer cuervo:

“¿Que crees tu que es en este mundo, a lo que mas temor le deberían tener los cuervos?”
El cuervo joven reflexiono un instante y respondió: “La cosa mas horrorosa es una flecha, porque esta puede matar a un cuervo de un golpe”. Cuando los ancianos escucharon esto, encontraron que esta era una respuesta muy buena. Alzaron las alas y gritaron contentos. “Tu dices la verdad”, dijo el el jefe de los cuervos. “Te damos la bienvenida a nuestra comunidad”.

Luego el líder le pregunto al segundo joven: “¿Y que crees tu que es a lo que mas temor le deberíamos tener?” “Yo creo que un buen tirador del arco es mas peligroso que una flecha” dijo el joven cuervo. “Porque solo un tirador del arco puede dirigir la flecha hacia su meta y dispararla. Sin el tirador la flecha no es mas que un pedazo de madera, como la rama sobre la cual estoy sentado ahora”. Los cuervos estimaron que esta era la respuesta más inteligente que jamás habían escuchado. Los padres del joven cuervo gritaban de alegría y miraban al hijo plenos de orgullo. “Tu hablas con mucha inteligencia. Estamos muy contentos de poder acogerte en nuestra comunidad”.

Después el líder de los cuervos le preguntó al tercer joven: “¿Y tu? ¿Qué crees tu que es a lo que mas le deberíamos temer?” “Nada de lo que se ha dicho hasta ahora” dijo el joven pájaro. “A lo que mas se le debería temer es a un tirador novato”. ¡Que respuesta más rara! Los cuervos estaban confusos y sentían vergüenza ajena. La mayoría pensaba que este cuervo todavía no era lo suficientemente sabio como para comprender la pregunta. Hasta que el cuervo jefe volvió a preguntar: “¿Que es lo que quieres decir?” “Mi segundo compañero tenia razón; sin un tirador no hay por que temerle a una flecha. Pero la flecha de un buen tirador ira donde tiene que ir. Ósea que si se escucha el ruido de la soga del arco solo hay que volar a la derecha o a la izquierda para escaparle a la flecha. Pero nunca se sabrá a donde va la flecha de un tirador novato. Aunque uno se vuele, la posibilidad de que a uno lo alcance la flecha es igual de grande. Uno simplemente no sabe que es lo mejor, si moverse o si quedarse quieto”. Cuando los otros cuervos escucharon esto, entendieron que este joven cuervo poseía verdadera sabiduría, que podía ver detrás de las cosas. Hablaban de el con respeto y admiración y no mucho mas tarde le pidieron ser el nuevo líder del grupo.