En la vida siempre vamos a creer que conocemos mucho, que llegamos al límite de ese objeto central y falsamente nos cegamos a continuar estudiándolo o analizándolo. Eso me sucedió antes de viajar a este maravilloso país que yo tan erróneamente prejuiciaba antes de viajar a Chile.
Mi Sensei decía que al final cualquier camino que lleve a la cima de la montaña, llegarás a la misma cima en la cual la luna se verá; y así me sucedió. En un momento a otro decidí que debía ir a esa cima y además, quiero contarles algo muy personal antes de continuar...
Cuando me invitaron a trabajar en Chile y abandonar mi tierra natal, tuve muchos pensamientos y sentimientos nuevos que no creí experimentar alguna vez, entre ellos la incertidumbre de saber que veré y si valía la pena. Me coloqué a investigar cosas del país, comenzar a conocerlo en páginas web, un libro de turismo y por supuesto, preguntando a los que me habían invitado a trabajar en este país. Fue tal mi sorpresa de todo lo que vi, sin embargo una sola imagen remató en mi y fue la decisiva que hiciera que entonces contestará a mi futuro empleador un rotundo SÍ.
Este es el video que les comento.
Y volviendo al principio, ¿Por qué les estoy contando esta breve historia? porque una de esas escenas es la razón principal por la cual acepté dicha invitación (ademas de embrollos filosóficos de mi profesión) y entonces me decidí que había que realizar un viaje en el cual tendría que ver en persona a tal objeto de mi decisión de venir a un nuevo país, totalmente diferente al mío y con maravillosas cosas por conocer.
Entonces compré de un día a otro los tickets para viajar a un pueblo al sur de Chile, en la Patagonia o que coloquilamente le llaman "El Fin del Mundo" ya que pues visiblemente, se encuentra en el último extremo sur de todo el territorio continental americano y es el punto terrestre continental más al sur de todo el mundo. Este pueblo o ciudad en crecimiento se llama, Punta Arenas.
Después de haber dejado lo más ordenado posible todo en la oficina el viernes, me pongo a hacer las maletas de viaje (todo a última hora como siempre).
La aventura comienza un sábado 8 de Octubre a las 3 AM cuando el taxi viene a trasladarme al aeropuerto internacional de Santiago, seguidamente el proceso ya relatado anteriormente, esta vez sin contratiempos de haber dejado olvidado algo y que por un momento me preocupé ya que no llevaba mi pasaporte, pero al final solo era un vuelo nacional y llevaba mi cédula de identidad chilena que te entregan con la VISA de trabajador, respiré profunda y aliviadamente.
Entré nuevamente a una sala Lounge VIP de Pacific Club gratis, me senté a esperar mi vuelo mientras llenaba mi estomago de snacks y café ilimitado y escuchaba algo de música y platicaba con una persona.
Así el tiempo voló y estábamos despegando en un bello avión Airbus A319 de la aerolínea chilena LATAM hacia Punta Arenas, tres horas de vuelo anunciaba el capitán y un hermoso amanecer nos despedía de Santiago para emprender el inicio de la aventura...
1 comentarios :
Quizá un momento cumbre el ver el amanecer mientras vas divisando las nubes en el horizonte!
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