jueves, 25 de agosto de 2016

Cambiar al Mundo


Una vez, en algún lejano tiempo a este día en el que estoy escribiendo esto, caminaba por el bosque de Iguala conociendo un terreno nuevo, una pista en el cual iba una semana después a recorrerlo con mi adorada Valkyria (una bicicleta de montaña) en la que sería mi última competencia de nivel internacional de ciclismo de montaña, y del que no me fue muy bien que digamos...

"Tantos arboles", me dije, tanta naturaleza que nos rodea y de la que pasamos desapercibidos la mayor parte del tiempo. Cada día que respiramos, es gracias a esos mudos pero titánicos testigos de nuestro día tras día, de nuestras sonrisas, de las preocupaciones, de los recuerdos de una tarde de amigos o de algún percance sufrido. 

Al volver al hotel en el que me hospedaba, al centro de Iguala, que colindaba con una heladería de nombre muy famoso; La Michoacana, tuve que desalojar unas pequeñas piedras que conmigo llevaba en el tenis (zapatilla) y que me estaban lastimando y luego entonces me pregunté: ¿cuánto tiempo debió pasar ese pequeño fragmento de piedra para terminar dentro de mi calzado? supongo millones de años y proveniente tal vez de una gran peña que se alza en la punta de una de las miles de montañas de la Sierra Madre Occidental.

Se dice que cada cosa que hacemos, cada movimiento de nuestro cuerpo y cada paso que un ser vivo produce en este mundo, lo estamos cambiando. Cada piedra que llevamos, cada árbol que plantamos o derribamos, cada paso que mis pies en la húmeda tierra del bosque de Iguala daban, cooperamos para transformar el mundo. Sin embargo, creo que se necesitan millones de pasos para cambiarlo y  que sea evidente, o vivimos con ese deseo de cambiarlo y solamente damos pequeños pasos en la tierra húmeda y entonces nos conformamos con llevar pequeñas piedras, teniendo la esperanza de un día llevar suficientes piedras pequeñas para volver notorio algún cambio... 

Es posible que la vida no nos sea suficiente y pasemos repitiendo éste mismo patrón incesantemente,  o probablemente tengamos que cambiar la ruta y obtener piedras más grandes, cruzar ríos en vez de tierra húmeda y trepar un árbol para obtener uno de sus frutos en lugar de derribarlo... No sé, quiero pensar que un día de estos, por mera causalidad y no casualidad, uno de mis pequeños pasos se tope con la piedra más grande que haya que mover... 

martes, 23 de agosto de 2016

El Creativo (x Osho)


¡La vida bohemia es la única que vale la pena vivir! En el pasado, era inevitable que el artista viviera en rebelión, porque la creatividad es la rebelión más grande de la existencia. Si quieres crear, te tienes que liberar de todos los condicionamientos; de lo contrario, tu creatividad no será nada mas que copiar, solo será una copia. Únicamente podrás ser creativo si eres un individuo, no puedes formar parte de la psicología de masas. La psicología de masas no es creativa; vive la vida como un fastidio. No conoce el baile, el canto, la diversión; es mecánica.

Por supuesto, hay ciertas cosas que la sociedad te dará si solo eres mecánico. Conseguirás ser respetado, conseguirás honores. Las universidades te concederán licenciaturas, los países te darán medallas de oro, por último, podrás recibir el premio Nobel. Pero todo este asunto es horrible.

Un verdadero genio descartará toda esa tontería porque es un soborno. Que te den el premio Nobel solo significa que eres respetado por tus servicios a los poderes establecidos, que eres honrado porque has sido un buen esclavo, obediente, no te has descarriado, has seguido un camino ya recorrido.

El creador no puede seguir un camino ya recorrido, tiene que buscar y encontrar su propio camino. Tiene que indagar en las junglas de la vida, tiene que ir solo, tiene que marginarse de la psicología de masas, de la psicología colectiva. La mente colectiva es la mente mas inferior del mundo. Pero la colectividad tiene sus propios sobornos, respeta a las personas, honra a las personas, solo si persisten en que el camino en la mente colectiva es el único camino correcto.

En el pasado, creadores de todos los tipos -pintores, bailarines, músicos, poetas y escultores- tuvieron que renunciar a ser gente respetable por pura necesidad. Tuvieron que vivir un estilo de vida bohemio, la vida del vagabundo; esa era la única posibilidad que tenían de ser creativos.

La humanidad todavía no ha nacido, lo que ves como humanidad es solo un fenómeno muy engañoso. A menos que demos a cada persona libertad individual, libertad absoluta para ser el mismo, para existir a su manera...

Disciplina. Es una hermosa palabra, pero ha sido mal empleada en el pasado, como todas las demás palabras hermosas. La palabra disciplina viene de la misma raíz que la palabra discípulo; el significado etimológico de la palabra es proceso de aprendizaje. El que esta dispuesto a aprender es un discípulo y el proceso de estar dispuesto a aprender es disciplina.

Sócrates dice "Sólo se que no se nada". Ese es el principio de la disciplina. Cuando no sabes nada, por supuesto, surge un gran anhelo por aprender, por buscar, explorar, por investigar. Y en el momento en el que empiezas a aprender, inevitablemente, le sigue otro factor: tienes que renunciar continuamente a todo lo que has aprendido; de lo contrario, se convierte en conocimiento y el conocimiento te impedirá seguir aprendiendo.

Un hombre verdaderamente disciplinado nunca acumula; muere momento a momento a todo aquello que ha llegado a conocer y se vuelve otra vez ignorante. La ignorancia en este caso es realmente luminosa. Una de las experiencias mas hermosas de esta existencia es vivir en un estado luminoso de no saber. Cuando estás en un estado de no saber estás abierto. No hay barreras, estás dispuesto a explorar. Los hindúes no pueden experimentarlo, ya están repletos de conocimientos. Los musulmanes no pueden experimentarlo, tampoco los cristianos.

La disciplina ha sido malinterpretada. La gente ha estado diciendo a los demás que disciplinen su vida, que hagan esto y que no hagan aquello. Al hombre le han sido impuestos miles de deberías y no deberías, y cuando un hombre vive con miles de deberías y no deberías no puede ser creativo. Es un prisionero; por todos lados se tropezará con un muro.

La persona creativa tiene que disolver todos los deberías y no deberías. Necesita libertad y espacio, solo entonces su espontaneidad interior comenzará a crecer.

Heráclito tiene razón: no puedes adentrarte dos veces en el mismo río. De hecho, me gustaría decir que no puedes adentrarte en el mismo río ni siquiera una vez, ¡el río va muy rápido! Hay que estar alerta, observando cada situación y sus matices, uno tiene que responder a cada situación de acuerdo al momento, no de acuerdo a cualquier otra respuesta confeccionada por otros. ¿Eres capaz de ver la estupidez de la humanidad?

No intentes ser consistente, de otra forma, estarías muerto, solo los muertos son consistentes.
Intenta estar vivo con todas sus inconsistencias y vive cada momento sin ninguna referencia al pasado, sin ninguna referencia al futuro tampoco. Vive el momento en el contexto del momento, y tu respuesta será total. Y esa totalidad tiene belleza y esa totalidad es creatividad. Entonces todo lo que hagas tendrá su propia belleza.

domingo, 21 de agosto de 2016

El primer paso

"Un viaje de 1000 Km se inicia con un paso tras otro..." dice una de las máximas del Zen.

Este es el primer post de muchos que espero me ayuden a colocar, o que yo me invente de a ver donde sale la creatividad.

Algunos ya conocen un poco de mi y saben parte de mis gustos y disciplinas y seguramente se hacen una idea de las cosas que aquí colocaré: cuentos zen, relatos de viajes, fotografía, historias, lo que ustedes quieran poner, etc.

Seguramente verán muchas cosas aquí de su importancia y seguramente muchas secciones crecerá, como de tecnología, cosas de ciencias que quieran se publique y me apoyen.

Hasta pronto y námaste.