lunes, 31 de octubre de 2016

Día de Muertos, Patrimonio Cultural Intangible de la Humanidad


"Hombre que vas en pos de la quimera fallida, aquí termina la vida y comienza la eternidad", palabras frías, tristes pero esperanzadoras para los que comienzan un nuevo camino de transformación al dejar su energía vital del cuerpo físico que la naturaleza nos dio por un breve (pero muy breve) momento del tiempo universal. Con este epitafio comienzo este artículo relacionado al culto o veneración, celebración y recordatorio del camino final físico que llevaremos todos. 

En distintas culturas, civilizaciones, imperios; todos con sus respectivas religiones, algunas vivas, algunas ya muertas, pero finalmente puedo decir que todas tuvieron como la muerte un punto de inflexión muy importante para trascender a una nueva etapa de su creencia y lograr llegar a nuevos mundos o niveles que en este mundo desconocemos. 

Así es como en mi país, México, nuestras raíces prehispánicas y mezcla de los memoriales a todos los santos en este día, 1° de noviembre, formaron un pintoresco símbolo de celebración y es al que llamamos en español Día de Muertos. 

Somos identificados por la concepción que tenemos sobre la muerte y todas las tradiciones que están en torno a ella. Para nuestras raíces de mesoamérica, la muerte no era con el sentido de un siguiente paso al infierno o al cielo, si no las almas estaban destinadas a un siguiente nivel dependiendo el tipo de muerte que se haya tenido. Un guerrero no podía llegar al mismo nivel que un aldeano, así un sacrificado por su dios, no tendría el mismo destino que un guerrero. Y un guerrero que muera en batalla tendría mejor destino que un guerrero cobarde.

Al llegar el conquistador, en México sucedió que con el mestizaje se mezclaron distintas tradiciones prehispánicas con las cristianas, así, el día Día de Todos los Santos y Fieles Difuntos formó un nuevo sincretismo mezclado con el prehispánico, donde se realizarían muchas cosas tradicionales de los nativos indígenas con la concepción cristiana. Los muertos ya no tendrían que cruzar un río del Xibalbá, o del Mictlán acompañados con un perro Xoloitzcuintle, ahora sus almas tenían un pequeño permiso del cielo para descender y convivir un día con su familia que les recordaba año con año con el altar prehispánico, con los alimentos que en vida degustaban y para los niños y recién nacidos, juguetes y dulces típicos. 

Así es como se forma el Día de Muertos que celebramos año con año, yendo más allá de lo religioso, es una tradición que ya no va ligada a una fe, pero sirve para bien el recordar y conmemorar a los que ya trascendieron, y por qué no, tal vez es cierto que su energía está un día con nosotros. 

Es por eso que cada año, en cada ciudad o pueblo de México se celebra con distintas intensidades esta celebración. Pero en general, se realiza limpieza de tumbas o criptas, colocan grandes arreglos florales, y en mayor ocasiones se hace una fiesta alrededor de las tumbas, acompañadas de mariachis, grupos musicales o sonido de un sistema de audio con la música favorita del ser conmemorado. Así, en su casa en vida le estará esperando un altar con sus alimentos y cosas que en vida utilizó para que se sienta recibido. Como dato extra, algunos pueblos exhuman los restos, los limpian y exhiben por el día celebrado junto con su altar, para tiempo después, volverlos a cubrir en su respectiva cripta. 

El altar puede venir acompañado también de flores, velas, imágenes religiosas, frutos, platillos, fotografía de los conmemorados, adornos de colores, o hasta ropa conservada. 

En fin, es un día de fiesta tan importante como las mismas pascuas. Y como me dijo un chileno una vez cuando me preguntó por este día:

“El mexicano está familiarizado con la muerte, se ríe de ella, la acaricia, duerme con ella, la festeja"

 Y sí, con orgullo me atrevo a decir que nos reímos de ella, aprendemos a vivir con ella, la celebramos porque al final, es un personaje que no podremos evitar y que tarde o temprano llegaremos a ella, y qué mejor que bien celebrados, comidos y bailados, ¿ O no? jajaja

Y la Katrina, bueno, eso es un punto que no tocaré y cada quien tiene su concepto de ella. Simplemente diré que no tiene realmente nada que ver con nuestra celebración original.

Dejo un video musical para agregar sabor del contexto al artículo jaja


martes, 25 de octubre de 2016

CUENTO ZEN: El regalo


Cerca de Tokio vivía un gran samurai, ya anciano, que ahora se dedicaba a enseñar el budismo zen a los jóvenes. A pesar de su edad, corría la leyenda de que aún era capaz de derrotar a cualquier adversario.

Cierta tarde, un guerrero, conocido por su total falta de escrúpulos, apareció por allí. Era famoso por utilizar la técnica de la provocación: esperaba que su adversario hiciera el primer movimiento y, dotado de una inteligencia privilegiada para captar los errores cometidos, contraatacaba con velocidad fulminante.

El joven e impaciente guerrero jamás había perdido una lucha. Conociendo la reputación del samurai, estaba allí para derrotarlo y aumentar así su fama. Todos los estudiantes se manifestaron en contra de la idea, pero el viejo aceptó el desafío.

Fueron todos hasta la plaza de la ciudad, y el joven comenzó a insultar al viejo maestro. Arrojó algunas piedras en su dirección, le escupió a la cara, gritó todos los insultos conocidos, ofendiendo incluso a sus antepasados.. Durante horas hizo todo lo posible para provocarlo, pero el viejo permaneció impasible. Al final de la tarde, sintiéndose ya exhausto y humillado, el impetuoso guerrero se retiró.

Decepcionados por el hecho de que su maestro aceptara tantos insultos y provocaciones, los alumnos le preguntaron:

– ¿Cómo ha podido usted soportar tanta indignidad? ¿ Por qué no usó su espada, aún sabiendo que podía perder la lucha, en vez de mostrarse cobarde ante todos nosotros?

– Si alguien se acerca a tí­ con un regalo, y tú no lo aceptas, ¿a quien pertenece el regalo? preguntó el samurai.
– A quien intentó entregarlo – respondió uno de los discípulos.
– Pues lo mismo vale para la envidia, la rabia y los insultos – dijo el maestro. 
– Cuando no son aceptados, continúan perteneciendo a quien los cargaba consigo.

lunes, 17 de octubre de 2016

Cuento Zen: El Clan de los Cuervos


En la vida de todo ser llega el día en el cual madura y pasa a ser miembro de la comunidad de los adultos. En esto los cuervos tampoco son ninguna excepción.

Un día ,tres cuervos jóvenes tenían que exponerse a una prueba realizada por los cuervos mayores que querían ver si los cuervos jóvenes estaban lo suficientemente maduros como para volar con los adultos. El jefe del clan le pregunto al primer cuervo:

“¿Que crees tu que es en este mundo, a lo que mas temor le deberían tener los cuervos?”
El cuervo joven reflexiono un instante y respondió: “La cosa mas horrorosa es una flecha, porque esta puede matar a un cuervo de un golpe”. Cuando los ancianos escucharon esto, encontraron que esta era una respuesta muy buena. Alzaron las alas y gritaron contentos. “Tu dices la verdad”, dijo el el jefe de los cuervos. “Te damos la bienvenida a nuestra comunidad”.

Luego el líder le pregunto al segundo joven: “¿Y que crees tu que es a lo que mas temor le deberíamos tener?” “Yo creo que un buen tirador del arco es mas peligroso que una flecha” dijo el joven cuervo. “Porque solo un tirador del arco puede dirigir la flecha hacia su meta y dispararla. Sin el tirador la flecha no es mas que un pedazo de madera, como la rama sobre la cual estoy sentado ahora”. Los cuervos estimaron que esta era la respuesta más inteligente que jamás habían escuchado. Los padres del joven cuervo gritaban de alegría y miraban al hijo plenos de orgullo. “Tu hablas con mucha inteligencia. Estamos muy contentos de poder acogerte en nuestra comunidad”.

Después el líder de los cuervos le preguntó al tercer joven: “¿Y tu? ¿Qué crees tu que es a lo que mas le deberíamos temer?” “Nada de lo que se ha dicho hasta ahora” dijo el joven pájaro. “A lo que mas se le debería temer es a un tirador novato”. ¡Que respuesta más rara! Los cuervos estaban confusos y sentían vergüenza ajena. La mayoría pensaba que este cuervo todavía no era lo suficientemente sabio como para comprender la pregunta. Hasta que el cuervo jefe volvió a preguntar: “¿Que es lo que quieres decir?” “Mi segundo compañero tenia razón; sin un tirador no hay por que temerle a una flecha. Pero la flecha de un buen tirador ira donde tiene que ir. Ósea que si se escucha el ruido de la soga del arco solo hay que volar a la derecha o a la izquierda para escaparle a la flecha. Pero nunca se sabrá a donde va la flecha de un tirador novato. Aunque uno se vuele, la posibilidad de que a uno lo alcance la flecha es igual de grande. Uno simplemente no sabe que es lo mejor, si moverse o si quedarse quieto”. Cuando los otros cuervos escucharon esto, entendieron que este joven cuervo poseía verdadera sabiduría, que podía ver detrás de las cosas. Hablaban de el con respeto y admiración y no mucho mas tarde le pidieron ser el nuevo líder del grupo.

sábado, 15 de octubre de 2016

Camina al Fin del Mundo Parte 1

En la vida siempre vamos a creer que conocemos mucho, que llegamos al límite de ese objeto central y falsamente nos cegamos a continuar estudiándolo o analizándolo. Eso me sucedió antes de viajar a este maravilloso país que yo tan erróneamente prejuiciaba antes de viajar a Chile. 

Mi Sensei decía que al final cualquier camino que lleve a la cima de la montaña, llegarás a la misma cima en la cual la luna se verá; y así me sucedió. En un momento a otro decidí que debía ir a esa cima y además, quiero contarles algo muy personal antes de continuar...

Cuando me invitaron a trabajar en Chile y abandonar mi tierra natal, tuve muchos pensamientos y sentimientos nuevos que no creí experimentar alguna vez, entre ellos la incertidumbre de saber que veré y si valía la pena. Me coloqué a investigar cosas del país, comenzar a conocerlo en páginas web, un libro de turismo y por supuesto, preguntando a los que me habían invitado a trabajar en este país. Fue tal mi sorpresa de todo lo que vi, sin embargo una sola imagen remató en mi y fue la decisiva que hiciera que entonces contestará a mi futuro empleador un rotundo SÍ.

Este es el video que les comento.


Y volviendo al principio, ¿Por qué les estoy contando esta breve historia? porque una de esas escenas es la razón principal por la cual acepté dicha invitación (ademas de embrollos filosóficos de mi profesión) y entonces me decidí que había que realizar un viaje en el cual tendría que ver en persona a tal objeto de mi decisión de venir a un nuevo país, totalmente diferente al mío y con maravillosas cosas por conocer.

Entonces compré de un día a otro los tickets para viajar a un pueblo al sur de Chile, en la Patagonia o que coloquilamente le llaman "El Fin del Mundo" ya que pues visiblemente, se encuentra en el último extremo sur de todo el territorio continental americano y es el punto terrestre continental más al sur de todo el mundo. Este pueblo o ciudad en crecimiento se llama, Punta Arenas. 

Después de haber dejado lo más ordenado posible todo en la oficina el viernes, me pongo a hacer las maletas de viaje (todo a última hora como siempre).

La aventura comienza un sábado 8 de Octubre a las 3 AM cuando el taxi viene a trasladarme al aeropuerto internacional de Santiago, seguidamente el proceso ya relatado anteriormente, esta vez sin contratiempos de haber dejado olvidado algo y que por un momento me preocupé ya que no llevaba mi pasaporte, pero al final solo era un vuelo nacional y llevaba mi cédula de identidad chilena que te entregan con la VISA de trabajador, respiré profunda y aliviadamente.

Entré nuevamente a una sala Lounge VIP de Pacific Club gratis, me senté a esperar mi vuelo mientras llenaba mi estomago de snacks y café ilimitado y escuchaba algo de música y platicaba con una persona.

Así el tiempo voló y estábamos despegando en un bello avión Airbus A319 de la aerolínea chilena LATAM hacia Punta Arenas, tres horas de vuelo anunciaba el capitán y un hermoso amanecer nos despedía de Santiago para emprender el inicio de la aventura...